Domingo de Pascua.

 


EXPERIENCIA.

https://www.youtube.com/watch?v=TIY1xgo8W10

¿Cómo te has sentido mientras escuchabas el vídeo?

¿Por qué Ana no podía volver a correr en bicicleta? ¿Qué hizo ella?

Gracias a no aceptar la realidad ¿dónde logró ir y participar?

¿Cuál es el secreto para lograr las metas?

Lee las dos frases del evangelio de San Juan y permanece en silencio durante unos minutos, permitiendo que el vídeo y la frase reposen en tu corazón.

REFLEXIÓN.

Lee el evangelio de este domingo.

X Lectura del santo evangelio según san Juan 20, 1-9

El primer día de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro. Echó a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo:

-Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto.

Salieron Pedro y el otro discípulo camino de sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; e, inclinándose vio los lienzos tendidos; pero no entró. Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio los lienzos tendidos y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no con los lienzos, sino enrollado en un sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos.

Pídele a Dios que te envíe el Espíritu Santo para que te de conocimiento interno de Jesús, es decir, a través de esta oración experimentar el misterio de la Resurrección.

Lee el texto 2 veces.

En la segunda sitúate en la escena, mediante la composición de lugar. Según san Ignacio de Loyola consiste en imaginar el santo sepulcro, una cueva cerca de una montaña. La piedra desplazada. ¿Cómo es el interior? ¿grande, pequeño, espacioso, reducido?, el color de la roca, la penumbra, los lienzos, el sudario.

Visualiza a Juan llegando y esperando a Pedro, la mirada de Pedro al asomarse, a Juan entrando, viendo y creyendo.

Entra en el vacío de tu corazón, de tu vida. También allí hay señales de la resurrección de Cristo, lienzos tendidos, sudarios plegados. Piensa en ello.

Contempla de nuevo el sepulcro vacío, en silencio, sin prisas.

Repite interiormente la frase “vio y creyó”.

Repítela en primera persona: “veo y creo”.

Repite: “Señor, veo y creo; pero aumenta mi fe”.

Es una etapa del camino en los apóstoles, en ti. Vimos de señales, falta el encuentro con el Resucitado que para nosotros, en cuanto no somos apóstoles, testigos del Resucitado, tendrá lugar cuando entremos en el sepulcro de la vida, muramos.

Mantén un coloquio con Jesús.

COMPROMISO.

Cada día al despertar levantarte con esta actitud: voy al encuentro de las señales que me indican la presencia de Cristo, en la naturaleza, los demás y los signos religiosos (la iglesia, las imágenes, la oración, la misa,…).

CELEBRACIÓN.

Mira y escucha este vídeo del grupo Kairoi: https://www.youtube.com/watch?v=fg03lmo2o0I&list=PL2hYJgMSqKM1j23QCz-JjaiD69iB18Gne&index=5

 

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