Domingo 4º de Pascua.

 


EXPERIENCIA.

Realiza la señal de la cruz.

Pídele a Jesús que te envíe su Espíritu para poder escuchar su voz en el vídeo, el sonido de tu alrededor, tus propios sonidos (corazón, respiración, movimiento corporal,…), en tus pensamientos y en el texto bíblico, donde Dios te habla directamente.

Entra aquí y conecta el vídeo.

https://www.youtube.com/watch?v=guF_qG6p3zs¿Cómo te has sentido mientras escuchabas el vídeo?

Escucha atentamente las frases, con los ojos cerrados. Cuando alguna frase toque tu corazón, paralo. Piensa en ella. Después continúa.

¿A quién has necesitado o necesitas para continuar tus sueños? Reza por ellas y ellos.

Piensa en estas frase tan certeras: “Yo no puedo ser solidario con los chicos de África si a tres cuadras de mi casa tengo un comedor con setenta chicos que les falta todo”; “pensamos, suponemos que el otro necesita la ayuda que le vamos a dar … Yo aprendí mucho de empezar a escuchar al otro”.

 

REFLEXIÓN.

Lee el evangelio de este domingo.

X Lectura del santo evangelio según san Juan 10, 11-18

En aquel tiempo, dijo Jesús:

-Yo soy el buen Pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo las roba y las dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas. Yo soy el buen Pastor, que conozco a las mías, y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas. Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil; también a esas las tengo que traer, y escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño y un solo Pastor. Por esto me ama el Padre, porque yo entrego mi vida para poder recuperarla. Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para entregarla y tengo poder para recuperarla: este mandato he recibido de mi Padre.

Imagina la escena. Con los ojos cerrados acércate a Jesús que habita en tu corazón, siéntate, o arrodíllate o colócate con la imaginación de la manera que más cómodo te sientas. Puedes hacerlo físicamente.

Toma la Biblia, ábrela, busca el texto, léelo de nuevo.

De las imágenes que has visto en el vídeo, ¿cuál ilustraría el fragmento del Evangelio? Imagínala y repite una de las frases, la que más significativa te es.

Deja que ella sea como la llovizna, vaya empapándote por dentro.

Sigue con otra, si lo consideras oportuno o tienes tiempo.

Realiza un coloquio con Jesús, es decir, dialoga con él sobre lo que has aprendido, has sentido, te ha gustado o no te ha gustado, si estás de acuerdo o en desacuerdo; si no brotan palabras, siente la mirada de Jesús, el abrazo de quien es el Buen Pastor.

Reza un Padrenuestro.

 

COMPROMISO.

En el vídeo el pintor nos ofrecía varias enseñanzas: preocuparnos por las personas que están cerca de nosotros, en nuestra familia, calle, pueblo o barrio; escuchar, tan importante, porque el Buen Pastor escucha. Muchas veces nos sentimos incomprendidos bien porque ayudamos sin escuchar al otro y por tanto nos equivocamos en la forma de ayudarle o bien porque la otra persona nos ayuda sin escucharnos.

 

CELEBRACIÓN.

Mira este vídeo es el Salmo 23, “El Señor es mi pastor” en hebreo. Jesús lo escuchó en este idioma y si alguna vez lo leyó en el sábado en la sinagoga fue en hebreo. El vídeo además de sugerentes imágenes ofrece la transcripción en caracteres latinos y la traducción al español. Escúchalo y déjate conducir por el Espíritu.

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