Domingo 2º de Pascua.
EXPERIENCIA.
https://www.youtube.com/watch?v=yLKTMqiCHW8
¿Cómo te has sentido mientras escuchabas el
vídeo?
¿Cuál es la primera imagen que te viene a la
memoria? ¿Por qué? ¿Qué expresa? ¿Cómo te sientes al recordarla?
¿Recuerdas alguna de las frases? ¿Qué expresan?
¿Iluminan algún momento de tu vida? ¿Qué te aporta ahora? Si no recuerdas
alguna, vuelve a mirar el vídeo.
Mira el vídeo, deteniéndote en las frases. Escoge
con la que más te identifiques.
¿Qué te aporta creer en Jesús resucitado?
REFLEXIÓN.
Lee el evangelio de este domingo.
X Lectura del santo evangelio según
san Juan 20, 19-31
Al anochecer
de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con
las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en
medio y les dijo:
-Paz a vosotros.
Y, diciendo
esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de
alegría al ver al Señor. Jesús repitió:
-Paz a vosotros.
Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.
Y, dicho esto,
sopló sobre ellos y les dijo:
-Recibid el Espíritu
Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se
los retengáis, les quedan retenidos.
Tomás, uno de
los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los
otros discípulos le decían:
-Hemos visto al
Señor.
Pero él les
contestó:
-Si no veo en
sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los
clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo.
A los ocho
días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús,
estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo:
-Paz a vosotros.
Luego dijo a
Tomás:
-Trae tu dedo,
aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas
incrédulo, sino creyente.
Contestó
Tomás:
-¡Señor mío y Dios
mío!
Jesús le dijo:
-¿Por qué me
has visto has creído? Bienaventurados los que crean sin haber visto.
Muchos otros
signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los
discípulos. Estos han sido escritos para que veáis que Jesús es el Mesías, el Hijo
de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.
Pídele a Dios que te envíe el Espíritu Santo
para que te de conocimiento interno de Jesús, es decir, a través de esta oración
experimentar el misterio de la Resurrección.
Sitúate en la escena, mediante la composición
de lugar: el cenáculo, la anchura y altura de la sala, la puerta, las ventanas,
la penumbra iluminada por un candil, a los personajes, sus movimientos, Jesús
entrando, dialogando con ellos, solos, la llegada de Tomás, la conversación,
los días escondidos allí, el miedo, la segunda aparición, las miradas entre
Jesús y Tomás, el ambiente, Tomás tocando las llagas,…
Imagínate que eres Tomás: ¿cuáles son tus
dudas? ¿Cómo te mira Jesús?
Las palabras del Resucitado en estos
momentos están siendo dirigidas a ti, con tus heridas, llagas, faltas de fe y
dudas. Escúchalas de esta manera.
Repite la frase “Señor mío y Dios mío”.
Mantén un coloquio con Jesús, háblale de
todo ello, de como te encuentras. Y si no surgen en ti palabras, toma una cruz
o una fotografía de internet, míralo, transmítele con la mirada lo que tu
corazón desea decirle.
COMPROMISO.
Durante esta semana repite la oración de Tomás.
CELEBRACIÓN.
Busca durante la
semana un momento para visitar el sagrario de una iglesia o capilla. Si no
puedes porque está cerrada, detente cuando pases por una y repite las palabras
de Tomás.
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